miércoles, 15 de enero de 2014

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Capítulos XLII y XLIII (De los consejos que dio Don Quijote a Sancho Panza antes de que fuese a gobernar la ínsula)

Al inicio Sancho mantiene una conversación con el Duque, en la cual lo más significativo fue que Sancho "humildemente" confiesa que preferiría, aunque fuese sólo un pequeño cacho de cielo, que la más grande ínsula para gobernar; a lo cual el Duque responde que si es astuto, podría con las riquezas de la tierra ganarse las del cielo. Otro comentario muy peculiar y certero es el del Duque cuando dice que esa misma tarde le irían a hacer el traje adecuado para el próximo gobernador, pues para ser hay que parecer.

Cuando llega Don Quijote, éste le dice a Sancho que dé gracias al cielo que ha encontrado buena ventura sin siquiera haber trabajar por ella, y así pasa a darle algunos consejos que tendrá que poner en práctica para desempeñarse lo mejor posible en su nuevo cargo, unos que sirven para el alma y otros para el cuerpo.

Y aunque los consejos que Don Quijote le da a Sancho son los ideales para llevar a puerto seguro la empresa que se le ha encargado, Sancho cree que pronto ni los recordará, ni los podrá escribir y tampoco leer por no saber hacerlo, lo cual sin duda no ayuda mucho a un gobernante, pero él se defiende diciendo que sabrá cómo apañarse siendo siempre el auténtico Sancho.


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